El feng shui trata de armonizar a las personas con el medio ambiente, se trata de reconocer los principios de la naturaleza de cómo funcionan y así poder aplicarlos a nuestro entorno. Si llegamos a tener un mal feng shui repercutirá en nuestras vidas afectándola negativamente, las relaciones decaen, se pierde oportunidades en al vida, disminuye nuestra creatividad y las cosas suelen salir mal. En la medida que corregimos nuestro ambiente, todos nuestro ambiente, todos nuestros asuntos comienzan a fluir nuevamente. Cuando tenemos un buen chi personal los efectos del feng shui negativo se sienten menos y de alguna manera podemos sobrellevar mejor esos momentos difíciles, inclusive atraer con más fuerza las bendiciones de la vida y la fortuna, esta es la parte mística y espiritual de todo ser que puede hacer posible lo imposible. Existen varios niveles energéticos como pisos de una gran torre cada piso tiene un matiz, un nivel de realidad y experiencia en la vida. Nosotros somos el ascenso que puede detenerse en cualquiera de ellos y vivir esa realidad que hemos seleccionado, esto se hace automáticamente según sentimos, pensamos y actuamos. Pero primero tenemos que hacer unos cuantos ajustes a nuestra casa para que podamos funcionar mejor en ella. Lo primero es una limpieza energética pero esto no tendría mucho valor si primero no limpiamos y ordenamos físicamente. Algunos elementos para saltar de nivel, elevar nuestro chi y sintonizarnos con la armonía universal, la felicidad y la prosperidad